Bueno, y ¿cómo iniciar un camino para avanzar en estos 4 aspectos? En el Programa Vida Plena usaremos como guía un modelo que he denominado el Triángulo de Oro y que presento a continuación:

A mayor nivel de conciencia, mayor posibilidad para aceptar y asumir las realidades que se nos presentan en la vida y que generalmente son la fuente de nuestro sufrimiento. La conciencia es la capacidad para encontrar la ecuanimidad y así poder aprender a observar las experiencias de la vida desde nuestra capacidad resolutiva, asertiva y determinada. Sin conciencia no hay posibilidad de transformación; de ahí la importancia de entrar en una actitud Mindful o de Atención Plena en nuestro día a día. 

Sin embargo, este es el primer paso del proceso de cambio en nuestra vida. Subir nuestro nivel de energía, es decir, ser más conscientes, nos sirve para poder asumir los retos que nos generan dificultad como aprendizajes a los que nos invita la vida para poder continuar nuestro proceso de crecimiento interior. Esto es lo que llamamos Aceptación. Y por último, cuando soy más consciente y puedo aceptaR, florece al interior de un ser humano la capacidad de servir; la persona puede contener, atender, inspirar, guiar, liderar a otros seres humanos a mejorar su calidad de vida. 

 Estaremos, durante el Programa Vida Plena, afianzando a través de ejercicios prácticos cada una de estas facultades que nos acercan a nuestra Plenitud.