Lo más concreto que podemos decir acerca de éstas es que nos pertenecen, que existen, que hacen parte de nosotros así nos desagraden, molesten o intentemos ocultarlas. Las emociones son un elemento más de lo que nos hace ser humanos.
La palabra emoción viene del latín emovere que traduce poner en movimiento; la emoción, en este sentido, no se queda quieta o estática sino que está en constante dinámica invitándonos a encontrar las acciones que más se ajusten y que sean más eficientes frente a los diferentes momentos en los que nos encontramos.
Así como la mente racional tiene la destreza de analizar, estructurar, interpretar, deducir y pensar la información con la que se encuentra, la emoción, que también es parte de la mente, por el contrario a la razón, siente, intuye, imagina, experimenta y expresa. Si bien la razón y la emoción son contrarias en su proceder, se complementan y las necesitamos a las dos para poder integrar de manera armónica la realidad que se nos presenta.
La emoción surge de nuestro cerebro límbico y nos ofrece más información acerca de nosotros y de la relación que tenemos con el mundo. Dado que su origen está en el cerebro, el rechazar o negar las emociones solamente hace que éstas busquen la forma de expresarse y salir: a través del cuerpo, de una palabra, de un estado de ánimo o de una condición mental. Las emociones son una oportunidad para encontrar nuevas formas de relacionarnos con nosotros mismos, con los demás y con las diferentes situaciones de la vida. Lo mejor que podemos hacer con éstas es gestionarlas: darles un canal para que puedan expresarse siendo nosotros los que de manera voluntaria y consciente, les ofrezcamos una vía amable de salida
LA MENTE INTEGRAL: RAZÓN + EMOCIÓN
EMOCIÓN
Sentir
Espontánea
Imaginación
No es biodegradable
Empatía emocional
Se puede gestionar
No es buena ni mala
Nos permite conocernos
Nos hace humanos
RAZÓN
Pensar
Planeada
Concreto
No es estática
Empatía cognitiva
Se puede gestionar
Contiene pensamientos útiles e inútiles
Nos permite conocernos
Nos hace humanos
BENEFICIOS DE SER INTELIGENTE EMOCIONALMENTE
- Autoconocimiento: permitir que las emociones existan en nuestra vida es abrir puertas para reconocer cómo nos comportamos; qué nos duele, qué nos hacer soñar, qué podemos agradecer, qué nos lleva a perder motivación, a qué le tenemos miedo, cuáles son nuestros valores, etc. Conocernos a nosotros mismos es el principio del crecimiento y la evolución humana.
- Mejorar relacionamiento: muchos de los problemas que tenemos en nuestras relaciones personales y laborales se agravan por la incapacidad de expresar de manera clara y oportuna lo que que estamos sintiendo. Evitamos o rechazamos lo que sentimos e iniciamos una comunicación desasertiva con el otro enviando mensajes confusos, irónicos o excluyentes que impiden la comunicación. La inteligencia emocional nos invita a abordar el conflicto comprendiendo que éste es parte del crecimiento relacional.
- Empatía: Sentir las emociones del otro es comprender su vida, su situación, su estado de ánimo; esto nos permite encontrar maneras de conectar y compartir mensajes que le llegan a las personas directamente a lo que están necesitando escuchar o sentir. La empatía acerca y cultiva confianza, base esencial del relacionamiento.
- Liderazgo: el líder amplía su nivel de impacto porque inspira, conecta, comunica y percibe qué necesita su equipo para poder crecer.
- Motivación: encontrar, reconocer y permitir que los motivos que nos mueven a la acción surjan, es una consecuencia de la gestión emocional. Las personas exitosas/felices se motivan a sí mismas despertando su conexión con las emociones que expanden y los disponen a comportamientos fuera de su zona de confort.
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