Hemos visto a través de películas, fotos o personas cercanas a nuestra vida a personas con los ojos cerrados sentados en el piso en una postura de quietud, y cuando les hemos preguntado qué hacían hemos recibido como respuesta: “estaba meditando”. ¿Qué es realmente meditar?, ¿cuál es el sentido de quedarse quieto con los ojos cerrados y durante periodos de tiempo aparentemente “haciendo nada”?
La Meditación no tiene otro objetivo que podernos conocer mejor; es un ejercicio de auto observación, reconocimiento y aceptación de lo que somos como seres humanos. Meditar es viajar hacia adentro de uno mismo para poder contar con más información sobre nosotros mismos, vernos a nosotros con mayor claridad. Así como un técnico tiene que conocer a profundidad la máquina que opera en una Planta de producción o de distribución y esto le permite saber cómo se comporta, qué previene su desgaste, cómo mantenerla a punto para su máximo desempeño, una persona que se conoce a sí misma puede actuar con mayor asertividad en su vida alcanzando resultados de mayor salud, bienestar y satisfacción.
Cuando cerramos los ojos estamos mandando un mensaje contundente a la mente: voy a parar de atender lo que está pasando afuera de mí y voy concentrarme en lo que ocurre dentro de mí. A esto lo llamamos pasar de un estado de hacera un estado de SER. Meditar nos permite SER, expresar lo que somos esencialmente.
Está comprobado que la Meditación impacta positivamente los siguientes resultados de quiénes la practican regularmente:
HACER
Centrada en conceptos y en pensar
Busca juzgar e interpretar
Evita el malestar
Es automática
Los pensamientos son reales
SER
Centrada en la experiencia
Busca dejar estar
Se abre a la experiencia
Es intencional
Son eventos mentales
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